Algunas críticas significativas (poesía)

    En este apartado se muestra una breve selección de críticas profesionales, opiniones y comentarios significativos -expresados siempre por escrito- acerca de los libros de poemas publicados por el autor. Además se recogen opiniones de escritores, académicos, profesores y ensayistas que proceden de cartas dirigidas al propio escritor a modo de correo personal (en adelante, Cp.), pues constituyen un valioso testimonio de lo que esos indiscutidos intelectuales piensan en relación a la obra poética de Serna.

Umbral del hechizo. Memorial de espumas


"Estos dos libros o colecciones de poemas, Umbral del hechizo por un lado, y Memorial de espumas por el otro, son dos muestras de cómo un autor al que se conoce sobre todo como prosista, sabe sin embargo manejar con destreza los hilos de la poesía para dejar al descubierto con enorme dignidad su lado más lírico. La poesía de Ricardo Serna no pretende sino reflejar estados anímicos, sentimientos humanos profundos, momentos antaño vividos con amargura o alegría. La vida son momentos –puntualiza el escritor-. Y sus poemas, exigentes y trabajados, responden a esos instantes vividos que han dejado huellas en su inquieto espíritu. No son de hoy mismo, sino que han reposado durante años, como el buen vino, en los archivos de su estudio. Todos estos poemas son pinceladas artísticas en el lienzo mayor de su latido; y se hallan estructurados y medidos, incluso aunque no se ajusten en algunos casos al clasicismo estrófico riguroso por el que los más academicistas abogaban tiempo atrás. Las influencias poéticas recibidas por Serna son variadísimas. Algunas hay sin duda de los poetas románticos, a los que el poeta aragonés leyó en su juventud. Se dice también –y él nunca lo desmiente- que sus versos delatan trazas o vestigios de lectura de algunos vanguardistas españoles, también del mejor Machado y de ciertos franceses como Baudelaire y Reverdy, así como de otros poetas nacionales por los que el autor ha tenido y tiene predilección, como Leopoldo de Luis, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda o el más cercano y magnífico Luis Antonio de Villena, todos tan distantes y distintos entre sí. Ricardo Serna obtuvo Accésit en el Premio Ciudad de Benicarló de Poesía (1984), y fue finalista del Premio Santa Isabel Reina de Portugal, de la Diputación de Zaragoza (2000)".
[Anónimo. Fragmento del texto crítico en contraportada de la primera edición de la entrega, diciembre de 2009]

www. anónimo.es



"Gracias por tu bello poemario, por el fantasma de Labordeta, a quien también admiro, por tanto testimonio de buenas letras".
[Miguel Delibes, Académico de la R.A.E. y escritor. Cp. 21.VI.2001]

"Si viviese hoy, y es una pena que no sea así, Miguel Labordeta (1921-1969) tendría ochenta años. Su obra expresionista y torrencial está ahí, crece en secreto y hacia adentro. Ricardo Serna ha querido dialogar con el poeta y glosar su obra, sus símbolos, su verso denso, prensado y auténtico".
[Antón Castro, Heraldo de Aragón, 22.VI.2001]


"Los catorce poemas que componen el libro acogen distintas secuencias de la historia de un hombre que intenta descubrir la autoría de unos poemas sin firma que encuentra casualmente en una notaría. Para averiguar la identidad del poeta solicita ayuda a través de Internet y establece una especie de juego literario evidente con el que busca la complicidad del lector".
[José Luis Solanilla, Heraldo de Aragón, 23.VI.2001]

"Difícil y serio, profundo e importante poemario por el que te felicito".
[Luciano Varea, periodista, poeta y crítico literario. Cp. 14.IX.2001]

"He disfrutado lo mío con sus poemas; algunos -no soy crítico ni tengo formación, pero he leído no poco- preciosos. Por razones subjetivas, me ha encantado. Y tiene versos que impresionan de veras".
[Guillermo Fatás Cabeza, Catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza y Director de Heraldo de Aragón. Cp. 22.IV.2002]


Es de piedra el poeta. La construcción de la rosa

"La poesía de Ricardo Serna no pretende en esencia sino reflejar estados anímicos, sentimientos humanos profundos, momentos antaño vividos con amargura o alegría [...]. Sus poemas, exigentes y trabajados, no son de hoy mismo, sino que han reposado durante años, como el vino añejo, en las barricas de la memoria de su creador y en los archivos de su estudio. Todos se hallan sin excepción bien estructurados y medidos, incluso aunque no se ajusten al clasicismo estrófico riguroso por el que abogan, parece que cada día con menor ahínco, los academicistas de turno.
Las influencias recibidas por Ricardo Serna en sus versos se me antojan variadísimas. Algunas hay, sin duda, procedentes de los poetas románticos, a los que Serna leyó en su juventud. También me parece ver entre líneas las huellas de algunos autores vanguardistas, del mejor Machado y de algunos franceses como Baudelaire y Reverdy, así como de poetas por los que Ricardo Serna ha tenido y tiene -me consta- cierta predilección, como Leopoldo de Luis, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda o el más cercano y magnífico Luis Antonio de Villena, todos tan distantes y distintos entre sí".
[Laura Suso, licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, fragmentos del Prólogo, 2.VIII.1999]

"Es de piedra el poeta lleva la ironía implícita en el título: el poeta no puede ser de piedra puesto que llora, y llora con dignidad poética, formal. Este libro me ha encantado, tiene un tono absolutamente romántico, y conmueve. Nada de academicismo ni de formalismo. Yo creo que aquí muestra un mundo poético de amplios registros. Además, la edición es elegante, preciosa".
[Mari Carmen Rodríguez Gutiérrez, profesora de Literatura Española y poeta, Cp. 8.X.2008]

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